Espadas iberas

Espadas íberas

Dos de los pueblos más antiguos y relevantes de la península Ibérica fueron los celtas y los íberos. Principalmente eran agricultores y ganaderos, pero también grandes guerreros. Eran conocidos por todo el mundo por su gran maestría en la forja.

Estas espadas eran de hoja larga y estrecha, con una forma que se asemejaba a un triángulo con los bordes convexos.

La hoja de las espadas íberas era de metal, generalmente de hierro, y tenía un solo filo. El mango solía estar hecho de madera o de hueso y estaba decorado con diferentes materiales, como marfil o bronce. En algunos casos, la empuñadura también contaba con guardas en forma de disco o de media luna para proteger la mano del portador.

Las espadas íberas eran utilizadas principalmente por los guerreros íberos en la batalla y se consideraban armas muy efectivas gracias a su diseño elegante y su hoja afilada. 

Tipos de espadas íberas

Entre las espadas íberas más usadas y conocidas de la península ibérica encontramos la Falcata, la espada celta o Téne y la Hispaniensis.

Falcata ibérica

La Falcata aparece en el siglo V a.C., existiendo tres teorías que podrían explicar su origen. Según una de ellas, el origen de la Falcata se encuentra en los cuchillos de la edad del hierro. Según otra de las teorías, la Falcata podría ser una versión de un arma griega, similar a la kopis. La última de las teorías apunta a que la Falcata fue una creación propia del pueblo íbero, aunque esta versión es la menos probable de todas. 

El término Falcata no es el nombre originario y propio de este arma, sino que fue propuesto por Fernando Fulgosio, un arqueólogo e historiador español del siglo XX, y se refiere a la forma de la hoja de la espada.

Características de la Falcata

Los íberos daban mucha importancia no solo a las capacidades de combate de sus armas, sino también a su aspecto estético, por lo que se puede decir con certeza que las espadas íberas como la Falcata eran de las espadas más espectaculares del mundo.

La hoja de esta espada íbera es curva, asimétrica y corta (en torno a 50 cm), normalmente de un solo filo. Su particular forma hace que el centro de gravedad de la espada se sitúe en medio de la hoja, y además traslada el punto de corte más cerca de la punta. Esto eleva la potencia de los tajos, sin que se desequilibre la espada.

Casi siempre la hoja tenía algún tipo de decoración, puesto que la forja era considerada un tipo de arte y no una simple manufactura. Las decoraciones más sofisticadas se realizaban mediante técnicas de damasquinado o atajía, con grabados rellenos de hilos de plata.

La empuñadura de una sola mano, se desplazada ligeramente hacia un lado respecto al eje de la Falcata. La empuñadura no era considerada una simple parte funcional de la espada.  La forma de esta se asemeja a un gancho, y a veces se une con la hoja mediante un remache o una cadenilla, formando de esta manera una guarda completa. El pomo de la Falcata solía tener forma de una cabeza de caballo o grifo.

La Téne o la espada celta

El nombre de esta espada deriva de la cultura de la que procede. La Téne fue cultura celta de la Edad de Hierro, que proviene de la zona de los Alpes suizos y se extiende por el centro de Europa, principalmente por el este de España y por Galicia, así como por las islas británicas y Francia. 

La espada La Téne aparece aproximadamente es el siglo V a.C. Fue una de las espadas más temidas por los romanos, a causa de las horrorosas heridas que infligía.

 

Características de la espada La Téne

La Téne era una espada de hoja recta, de doble filo y larga, de unos 70-90 cm, lo que para esta época no era nada habitual. Era una espada de tajo, mientras que en este periodo se solían usar más las armas punzantes.

El mango de la espada celta era bastante particular debido a su forma, que se asemejaba a una figura humana simplificada. En esta, el pomo correspondía a la cabeza de la figura, la empuñadura era el cuerpo, la guarda para proteger la mano se formaba a partir de las piernas.

Gladius Hispaniensis

El nombre de está espada íbera fue dado por los romanos, cuando se encontraron con esta poderosa arma, que causó tanto temor como fascinación. Fascinación que llegó hasta tal punto que la espada Hispaniensis fue copiada, modificada y convertida en el arma más usada del ejército romano.

Características de Hispaniensis Gladius

Hispaniensis era la evolución de la espada celta La Téne. Era mucho más corta que su precursora, variando la longitud de su hoja entre 50 y 70 cm.

La empuñadura en forma de acanaladuras se tallaba en madera, hueso o marfil. La talla era prácticamente anatómica para mejorar así su agarre. La misma función desempeñaba también el pomo de la Hispaniensis, que tenía forma esférica. El guardamano era de madera, pero contaba con una pieza de latón colocada encima, para evitar que de una espada enemiga pudiese atravesarla.

 

En esta categoría te ofrecemos descubrir una cuidada y amplia selección de las espadas íberas más fascinantes: falcatas, espadas celtas, Gladius Hispaniensis, fabricadas con los mejores materiales, y con un nivel de forja que podría provocar la envidia de los antiguos maestros.

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