San Jorge era un soldado del ejército romano que luego fue venerado como un mártir cristiano. Sus padres eran cristianos de origen griego; su padre Gerontius era un oficial del ejército romano de Capadocia y su madre Polychronia era una cristiana de Lydda en la provincia romana de Siria Palaestina (Palestina).
A la edad de 14 años, Jorge decidió ir a Nicomedia y presentarse ante el Emperador Diocleciano para solicitar una carrera como soldado. Diocleciano lo recibió con los brazos abiertos, ya que había conocido a su padre, Gerontio, uno de sus mejores soldados. A finales de los 20, Jorge fue ascendido al rango de Tribunus y fue destinado como guardia imperial del Emperador en Nicomedia. Diocleciano (influenciado por Galerio) emitió un edicto para que todo soldado cristiano en el ejército fuera arrestado y que cualquier otro soldado ofreciera un sacrificio a los dioses romanos de la época. Sin embargo, Jorge se opuso, y con el coraje de su fe, se acercó al emperador y al gobernante. Diocleciano estaba molesto, ya que no quería perder a su mejor tribuno y al hijo de su mejor oficial, Gerontio. Pero Jorge renunció en voz alta al edicto del Emperador, y frente a sus compañeros soldados y tribunos se declaró cristiano y declaró su adoración a Jesucristo. Diocleciano intentó convertir a Jorge, incluso ofreciendo regalos de tierra, dinero y esclavos si hacía un sacrificio a los dioses romanos. Hizo muchas ofertas, pero Jorge nunca aceptó. Jorge fue ejecutado por decapitación ante la muralla de la ciudad de Nicomedia, el 23 de abril del 303. Un testigo de su sufrimiento convenció a la emperatriz Alexandra y Atanasio, un sacerdote pagano, a convertirse también a cristianos, por lo que se unieron a Jorge en el martirio. Su cuerpo fue devuelto a Lydda para su entierro, donde los cristianos pronto lo honraron como mártir.
San Jorge se convirtió en un oficial del ejército romano en la Guardia de Diocleciano, quien ordenó su muerte por no retractarse de su fe cristiana.
San Jorge es uno de los santos más venerados en la Iglesia Católica y en otras Iglesias. Está inmortalizado en el mito de San Jorge y el Dragón y es uno de los Catorce Santos Ayudantes.
El episodio de San Jorge y el Dragón fue una leyenda traída de vuelta con las Cruzadas y contada con los accesorios cortesanos pertenecientes al género del Romance.
El escudo de armas y la pancarta atribuidos a San Jorge toman la forma de una cruz roja sobre blanco o plata, conocida como la Cruz de San Jorge. San Jorge se representa más comúnmente en los primeros íconos, mosaicos, con armadura contemporánea a la pintura, ejecutada en dorado y color plateado, con la intención de identificarlo como un soldado romano.
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